DETALLES DE LA RUTA
Duración:* | 2h 30' |
Desnivel Acumulado: | 334m |
Tipo de recorrido: | No circular |
Dificultad: | Fácil |
Distancia: | 8,4km |
La ruta que une la bahía de Gorliz con el puerto pesquero de Armintza nos ofrece islas en forma de dragón, encinas centenarias y miradores naturales que se asoman al mar.
Comienza al lado de la playa de Gorliz, en los alrededores de unas antiguas dunas de más de 6.000 años de antigüedad, que eran utilizadas como toboganes naturales de arena hasta que fueron declaradas de interés especial. Hay caballos pottoka y vacas pirenaicas pastando en los prados, sólo salpicados por alguna encina. A medida que se sube, y una vez pasado el Centro de Recuperación de la Fauna Salvaje, la vista se amplía. Detrás quedan la bahía en forma de concha, la arena dorada con pequeñas motitas de bañistas, el promontorio de Barrika y los acantilados coronados de verde.
A la izquierda dejamos un pequeño sendero de tierra firme que bordea los acantilados pasando por las ruinas del fortín Azkorriaga, erigido en el siglo XVIII para proteger la costa contra los ataques corsarios.
El faro de Gorliz, construido en tiempos modernos (1990) sobre la base de una antigua batería de costa, conserva un búnker, un cañón y pasadizos atrincherados, lo que le convierte en un parque temático improvisado. Su mirador merece sin duda una parada. Ofrece una panorámica de la costa y muestra por primera vez la isla Billano, un islote de piedra con forma de dragón, a apenas medio kilómetro de la costa, que se irá revelando como una pieza clave del paisaje.
A partir de aquí el camino abandona el asfalto, se estrecha y sube un corto trecho hasta desembocar en un paisaje de tarjeta postal: a la izquierda la isla Billano; al otro lado, la bahía, el puerto, la ría y los cascos urbanos de Gorliz y Plentzia. Todo ello enmarcado en la lejanía por algunos de los montes emblemáticos del País Vasco: Oiz, Anboto, Gorbea, Pagasarri o Ganekogorta.
Se notan los casi 300 metros de altura en vertical al fondo del mar, donde baten las olas contra los pies del precipicio.
Aparecen grupos de encinas pequeñas en posturas imposibles escalando la ladera,. No en vano se les ha considerado árboles divinos desde la antigüedad y han sido objeto de veneración.
Una vez en su cumbre, al lado de un buzón y una placa, encontramos la última de la serie de edificaciones minúsculas -15 centímetros de altura- que el artista Ibón Garagarza ha ido colocando a lo largo del camino en una suerte de escultura al aire libre. Con casi 300 metros de altitud, es el lugar más elevado de la travesía.
A partir de aquí, el camino desciende a través de bosques cerrados de eucaliptos y caminos más o menos pedregosos y a veces embarrados, hasta que entre la vegetación se vislumbra el puerto pesquero de Armintza, una vez aquí podremos disfrutar de un baño en el mar y de sus ricos pintxos. La vuelta la realizaremos en autobús para llegar al puerto de Plentzia y relizar la salida en barco por la costa vasca.
Recomendamos llevar ropa adecuada a la climatología, calzado cómodo, ropa de baño y toalla.
Almuerzo-picnic: Bocadillos, chocolatinas, fruta, refrescos, etc…
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